Fermoselle, el pueblo de las mil bodegas

Fermoselle es un pueblo de la provincia de Zamora con un encanto único. En el núcleo del Parque Natural Arribes del Duero, sus impresionantes vistas al río le dan el nombre de “El Balcón del Duero". El pueblo cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural, con el título de Conjunto Histórico-Artístico. 

Este es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. El pueblo se encuentra rodeado por profundos cañones, grandes acantilados y bosques frondosos. Lo que lo sitúa en un paisaje privilegiado por su espectacularidad. 

Un paseo por el pueblo

El centro histórico del pueblo es un laberinto de calles empinadas y tortuosas que invitan a un paseo en el tiempo. La entrada al pueblo se realiza por el Arco, una antigua puerta de la muralla que da acceso al barrio de las Palomberas, un antiguo barrio judío.

En este barrio se encuentran algunas de las calles más pintorescas del pueblo, como La Nogal o El Guapo. Desde aquí, se puede disfrutar de unas magníficas vistas al Duero.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural, y el convento de San Francisco, convertido en el Centro de Interpretación del Parque Natural, son los monumentos más emblemáticos de este pueblo de encanto.

Los miradores

No hay que perderse el atardecer desde el Mirador del Torrejón o desde el Paseo de la Ronda. Desde estos miradores, se puede contemplar el Duero encajonado entre los bancales de olivos, vides y almendros.

Para los más aventureros, existe una sencilla ruta de senderismo que lleva al impresionante Mirador de las Escaleras. Desde este mirador, se tiene una vista panorámica de los Arribes del Duero.

El pueblo de las mil bodegas

Fermoselle también se hace llamar como el "pueblo de las mil bodegas". Cuenta con un extenso patrimonio subterráneo formado por más de mil habitáculos excavados en la roca. Las mil bodegas de Fermoselle no son solo un mito. Sin embargo, solo unas 30 de ellas son visitables hoy en día. 

Estas bodegas se pueden visitar a través de la Ruta del Vino Arribes, una iniciativa que une a todas las bodegas de la zona y que supone la mejor forma de conocer este territorio de cañones bañados por el río Duero. El resto de bodegas son privadas, se tratan de cuevas excavadas en la roca que han ido pasando de generación en generación y que hoy en día sirven para celebrar comidas familiares o reuniones de peñas durante las fiestas populares.

En la actualidad, las bodegas de Fermoselle siguen siendo utilizadas para la producción de vino. Sin embargo, también son un importante atractivo turístico, de hecho, están protegidas como patrimonio cultural.

Fermoselle es un pueblo con mucho que ofrecer. Un lugar ideal para disfrutar de la historia, la naturaleza y la gastronomía. Adamo te invita a compartir toda tu experiencia en Fermoselle con la ventaja de navegar por la red a gran velocidad.

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