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Tarifas de fibra y móvil ideales para teletrabajar

Dimensionar bien la conexión es fundamental para poder trabajar desde casa sin interrupciones. En este artículo te contamos qué velocidad de Internet necesitas realmente, por qué la velocidad de subida (la que permite enviar datos, como tu imagen en una videollamada) es tan importante, y qué significan conceptos como latencia y jitter, que influyen en la estabilidad de la conexión.

También veremos cómo un pack de fibra y móvil puede ser la combinación perfecta para lograr un teletrabajo fluido, sin cortes ni retrasos, incluso cuando hay varios dispositivos conectados al mismo tiempo.

Si estás buscando una conexión que se adapte a tu forma de trabajar, aquí encontrarás una guía práctica basada en criterios técnicos explicados de forma sencilla, y en las necesidades reales de distintos perfiles los que trabajamos desde casa.

Dimensionar la conexión: ¿cuánta velocidad necesitas para teletrabajar?

Antes de elegir una tarifa, conviene pensar en cómo usas Internet durante la jornada: ¿haces videollamadas a menudo?, ¿compartes pantalla?, ¿subes o descargas archivos pesados?, ¿trabajas con aplicaciones en la nube?

Dimensionar la conexión significa ajustar la velocidad de tu fibra a tus necesidades reales, para que puedas cubrir los momentos de mayor uso —cuando varios dispositivos están conectados a la vez— sin que la calidad se resienta. En otras palabras: se trata de contar con una conexión capaz de mantener la estabilidad, aunque haya videollamadas, transferencias de archivos o streaming sucediendo al mismo tiempo.

Velocidad mínima recomendada

Para la mayoría de personas que teletrabajan a diario, una velocidad de a partir de 300 Mb de descarga es un buen punto de partida: permite hacer videollamadas de calidad, conectarse por VPN y compartir la red con otros dispositivos sin que la conexión se resienta. Esta cifra piensa más en el uso real del día a día que en el dato “teórico” de la tarifa, y por eso nuestras opciones parten de ahí y suben hasta 1 Gb, como puedes ver en nuestras tarifas de fibra.

Con una conexión como esta que mencionamos podrás:​

  • Hacer videollamadas en 720p o 1080p, tanto individuales como en grupos pequeños, sin cortes ni congelaciones frecuentes.​
  • Navegar, revisar el correo y usar herramientas de colaboración en la nube sin notar retrasos importantes en la carga de páginas o documentos.​
  • Mantener varios dispositivos conectados a la vez (móvil, portátil, tele, tablet) sin que se sature la descarga en los momentos de más actividad.

Velocidad recomendada para mayor tranquilidad

Cuando buscas ir sobrado y no preocuparte por la conexión, las velocidades de entre 600 Mb y 1 Gb de descarga dan un margen muy cómodo para teletrabajar y compartir la red con el resto de la casa. Estas velocidades son especialmente interesantes si haces presentaciones con pantalla compartida, videollamadas con muchas cámaras a la vez, subes archivos pesados o trabajas con escritorios virtuales remotos, como en nuestras tarifas Caaalma Total, que parten desde 1 Gb de fibra simétrica.

Con una conexión de 600 Mb a 1 Gb notarás:

  • Más estabilidad en reuniones largas y con muchos participantes, incluso cuando se combinan cámaras, pantalla compartida y otros servicios en segundo plano.​
  • Capacidad para hacer streaming de vídeo, copias de seguridad automáticas en la nube y descargas simultáneas sin que el resto de tareas de trabajo se ralentice.​
  • Una mejor experiencia para el resto del equipo en casa (móviles, consolas, Smart TV…), que podrás seguir usando Internet con normalidad mientras tú teletrabajas.

¿Fibra 1 Gb: recomendable o exceso?

La fibra de 1 Gb no suele ser un exceso cuando trabajas con vídeo en 4K, varias máquinas virtuales a la vez o manejas grandes volúmenes de datos en la nube de forma habitual. Para un perfil de teletrabajo más estándar, una velocidad en torno a los 600 Mb suele ser más que suficiente y, además, más razonable en términos de coste-beneficio.

Tiene sentido apostar por 1 Gb si quieres ir con mucha holgura, evitar cualquier posible cuello de botella en horas punta o si en casa hay varias personas trabajando en remoto al mismo tiempo y compartiendo la conexión. En cambio, si solo teletrabajas tú y el uso del resto de la familia es moderado (navegación, streaming, redes sociales), 600 Mb ya ofrece un margen muy cómodo para todo.

Por qué la velocidad de subida es crítica en videollamadas y colaboración

La velocidad de subida es clave en teletrabajo porque es la que decide qué calidad reciben los demás cuando tú hablas, compartes pantalla o subes archivos, no sólo lo rápido que tú ves o descargas contenido. Aunque en las tarifas suele destacarse la descarga, en videollamadas y trabajo colaborativo en tiempo real la subida manda.

Por qué importa tanto la subida

  • Cuando enciendes la cámara, compartes pantalla o envías archivos, estás “emitiendo” datos hacia fuera, y eso depende casi totalmente de tu velocidad de subida.
  • Si la subida se queda corta, los demás te verán pixelado, con cortes de audio o con un retraso molesto, aunque tu descarga sea muy alta.

Referencias de subida para videollamadas

  • Para videollamadas en 1080p, suele necesitarse en torno a 3–6 Mb/s de subida por participante para mantener una calidad estable sin tirones.
  • Para 720p, normalmente basta con 1,5–3 Mb/s de subida, lo que cubre la mayoría de reuniones estándar con buena calidad de imagen.

Pantalla compartida, streaming y nube

  • Si compartes pantalla en alta resolución o haces streaming (por ejemplo, presentaciones con vídeo o demos en directo), es recomendable contar con al menos 8–20 Mb/s de subida, o más si usas resoluciones altas o muchos frames por segundo.
  • Para sincronización constante con servicios en la nube (copias automáticas, Drive, Dropbox, etc.), disponer de 20–50 Mb/s de subida reduce mucho los tiempos de espera y evita colas de archivos pendientes.

Recomendación práctica de subida

  • Si tu actividad se centra en videollamadas y envío ocasional de documentos, apunta a una conexión con al menos 10–20 Mb/s de subida para ir cómodo.
  • Sin embargo, si trabajas con vídeo, diseño pesado o grandes subidas frecuentes, compensa buscar conexiones simétricas (misma subida que descarga) o con 50 Mb/s de subida o más, algo que muchos paquetes de fibra actuales ya ofrecen.

En resumen, al elegir tu conexión para teletrabajar, no te quedes solo con los megas de descarga: prioriza una buena velocidad de subida, porque es la que sostendrá la calidad real de tus reuniones, presentaciones y trabajo colaborativo en la nube.

Qué es un jitter aceptable y cómo afecta a las llamadas

El jitter es la variación en el tiempo que tardan en llegar los paquetes de datos a su destino, es decir, no todos llegan con la misma regularidad, aunque la velocidad media sea buena. En llamadas VoIP y videollamadas, esa irregularidad se traduce en voces entrecortadas, silencios, eco o vídeo a tirones, aunque tengas suficiente ancho de banda.​

  • Valores de jitter recomendables

Para teletrabajo y llamadas VoIP, es recomendable mantener el jitter por debajo de 20 ms, donde la experiencia suele ser fluida.​

Entre 20 y 50 ms pueden aparecer pequeñas degradaciones puntuales: palabras que se pierden, microcortes o pequeños saltos de vídeo.​

Por encima de 50 ms, los problemas ya son claramente perceptibles en audio y vídeo, con conversaciones difíciles de seguir y videollamadas poco estables.​

  • Cómo te afecta en el día a día

En una reunión online, un jitter alto hace que el audio llegue a trompicones, con frases que se pisan o partes que desaparecen, y que el vídeo se congele o pegue saltos.​

También puede provocar que parezca que “respondes tarde”, no por la velocidad, sino por la desincronización entre lo que dices y lo que llega al resto.​

  • Qué hacer si tienes jitter alto

Conecta el ordenador por cable Ethernet al router siempre que puedas, para reducir interferencias y variaciones propias del WiFi.​

Revisa si tu router permite configurar calidad de servicio (QoS) y prioriza el tráfico de videoconferencia frente a descargas o streaming.​

Si la WiFi de casa está muy saturada, usar una red móvil como respaldo puede ayudarte a estabilizar llamadas puntuales mientras resuelves el problema de fondo.​

Qué latencia afecta al teletrabajo

La latencia (o ping) es el tiempo que tarda un paquete de datos en ir desde tu equipo hasta el servidor y volver, y en teletrabajo se nota como “retraso” entre lo que haces y lo que ve o escucha la otra persona. Afecta especialmente a las videollamadas, a la voz sobre IP y a los escritorios remotos, donde se busca que todo responda casi al instante.​

Rangos de latencia para teletrabajo

  • Latencia óptima: menos de 50 ms
    Las interacciones en tiempo real son muy fluidas, las videollamadas responden rápido y el uso de escritorios remotos o herramientas en la nube se siente casi inmediato.​
  • Latencia aceptable: 50–100 ms
    La mayoría de videollamadas y sesiones remotas funcionan bien, aunque puede percibirse un ligero retraso al hablar o al mover el ratón en un escritorio remoto, sin impedir trabajar con normalidad.​
  • Latencia problemática: más de 150 ms
    El retraso en la voz se vuelve claro (las personas se pisan al hablar) y las acciones en escritorios remotos o aplicaciones interactivas responden con una sensación de “lag” muy evidente.​

Cómo medir y qué hacer

  • Puedes medir la latencia con tests de velocidad que muestren ping y jitter, o usando herramientas de ping hacia servidores cercanos (por ejemplo, de tu proveedor o grandes servicios en la nube).​
  • Si tu conexión muestra una latencia alta de forma constante, compensa valorar un cambio a una fibra con mejores rutas o, como solución temporal, usar tethering móvil cuando necesites más estabilidad en reuniones clave.

Tabla comparativa rápida: dimensionamiento según perfil

El pack fibra + móvil desde el punto de vista del teletrabajador

El pack de fibra + móvil, visto desde el teletrabajo, funciona mejor si se entiende como una solución completa: conexión principal, respaldo en movilidad y calidad de las llamadas, más allá de una simple combinación de servicios. Para quien trabaja desde casa, lo importante es que todo el conjunto reduzca riesgos de cortes y mejore la experiencia en videollamadas y herramientas en la nube.

Router WiFi 6 o superior

Un router WiFi 6 (estándar 802.11ax) gestiona mejor muchos dispositivos conectados a la vez y aprovecha más la velocidad de la fibra, algo clave cuando conviven portátiles, móviles, Smart TV y otros equipos en casa. 

Además, ayuda a reducir la latencia en redes muy concurridas y ofrece mayor estabilidad en estancias alejadas del router, algo especialmente útil si teletrabajas desde un despacho interior o una habitación diferente al salón.

Instalación rápida

Una instalación profesional marca la diferencia entre aprovechar de verdad la fibra o quedarte con una WiFi justita aunque tengas 1 Gb contratado. 

Siempre que puedas, pide al técnico que ubique el router en una zona central de la vivienda y evite rincones cerrados o cerca de obstáculos gruesos, como muros o armarios metálicos. Si tienes zonas muertas, compensa valorar un punto de acceso adicional o un sistema mesh, para que la cobertura llegue bien a la habitación donde trabajas y no dependas de señales débiles que arruinen la experiencia.

Permanencia: cuándo conviene y cuándo no

La permanencia puede jugar a tu favor o en tu contra según el momento profesional en el que estés y lo importante que sea para ti mantener la libertad de cambiar de servicio sin ataduras. Más que una cláusula “buena” o “mala”, es una herramienta que tiene sentido solo cuando te aporta algo claro a cambio.

  • ¿Cuándo no conviene?

Si necesitas flexibilidad, estás probando diferentes servicios o prevés mudanzas, es mejor evitar contratos largos y apostar por fibra sin permanencia, aunque el precio mensual sea algo mayor.​

También tiene sentido evitarla si aún no has comprobado la calidad real del servicio en tu domicilio y no quieres arriesgarte a penalizaciones si la experiencia no cumple tus expectativas.

  • ¿Y cuándo sí?

La permanencia puede tener sentido cuando el precio del paquete es significativamente más bajo o incluye mejoras claras (mayor velocidad, mejor router, instalación avanzada) y ya sabes que el servicio es estable en tu zona.​

Si trabajas para empresas que exigen garantías de servicio continuas, puede compensar aceptar permanencia a cambio de soporte profesional, atención prioritaria o un SLA comercial donde se especifiquen tiempos de respuesta, disponibilidad y posibles compensaciones si algo falla.

Datos ilimitados para tethering como respaldo

Los datos ilimitados en el móvil son un salvavidas cuando la conexión fija falla, porque permiten seguir con videollamadas y tareas críticas usando el móvil como punto de acceso.

Antes de usar el tethering o compartir conexión, asegúrate de conocer bien las condiciones de tu tarifa de datos. Así podrás aprovechar al máximo la velocidad y el rendimiento cuando necesites convertir tu móvil en un punto Wi-Fi para trabajar o conectarte desde otros dispositivos.

Calidad de llamadas VoIP desde el móvil

En caso de que la fibra o el WiFi fallen, la red móvil 4G o 5G suele ofrecer calidad suficiente para mantener llamadas VoIP y reuniones cortas sin problemas graves. 

Para que la experiencia sea mejor, es importante comprobar la cobertura 4G/5G en tu domicilio y activar, si tu móvil lo permite, las llamadas VoLTE, que mejoran la calidad de voz y reducen la latencia frente a las llamadas móviles tradicionales.

Cómo elegir una tarifa convergente según tu tipo de trabajo

Para elegir bien una tarifa convergente de fibra + móvil merece la pena mirar cómo encaja con tu forma real de trabajar y tu presupuesto. Piensa en velocidad, datos móviles, número de líneas y nivel de soporte que necesitas, y a partir de ahí ajusta.

Checklist rápido para decidir

  • Tipo de trabajo: desde tareas ligeras (correo, llamadas, ofimática) hasta trabajo intensivo con videoconferencias constantes y subida frecuente de archivos.​
  • Número de personas que teletrabajan o usan mucho Internet en casa: una sola persona, pareja en remoto o familia con varios dispositivos conectados a la vez.​
  • Necesidad de movilidad: si viajas a menudo o trabajas fuera de casa, los datos móviles (o incluso ilimitados) y un buen tethering ganan importancia.​
  • Requisitos de seguridad: uso de VPN, necesidad de IP fija o servicios gestionados añaden peso a opciones algo más avanzadas.​

Ejemplos según perfil

  • Empleado que solo hace llamadas y correos: una fibra de 300 Mb con una línea móvil de 20–30 GB (o datos ilimitados si el presupuesto lo permite) suele ser suficiente.​
  • Consultor, formador o docente con videoconferencias constantes: mejor una fibra de 600 Mb con 20–50 Mb de subida y una línea móvil con datos ilimitados o muchos GB para usar tethering cuando lo necesites.​
  • Productor de contenido, desarrollador o perfiles que suben grandes archivos: una conexión de 1 Gb simétrica da margen para subir y bajar datos sin cuellos de botella, mientras que una línea móvil ilimitada queda como respaldo en desplazamientos o caídas puntuales de la conexión fija.

Consejos prácticos para optimizar tu experiencia de teletrabajo

  • Prioriza conexión por cable Ethernet para la estación principal de trabajo siempre que sea posible.
  • Configura QoS en el router para priorizar tráfico de videoconferencia y VoIP.
  • Realiza tests de velocidad y de latencia en diferentes momentos del día para detectar congestión.
  • Ten una línea móvil con tethering ilimitado o elevado como plan de contingencia.
  • Considera un segundo router o un sistema mesh si trabajas en una casa grande.

Comparar ofertas: dónde mirar y qué fijarse

Al comparar tarifas de fibra y móvil, no te fijes solo en el número de Mb: también cuentan la velocidad de subida, si la fibra es simétrica, el tipo de router incluido, las condiciones de tethering, la política de permanencia y el nivel de soporte técnico. Además de estos puntos, muchas guías y blogs especializados analizan velocidad real y experiencia de uso y pueden ayudarte a entender mejor qué necesitas en tu caso, más allá del titular comercial.

Si quieres profundizar en las opciones disponibles entra en nuestra web y escoge la que mejor se adapte a ti y a tus necesidades.

Conclusión

Dimensionar bien la conexión importa más que contratar el paquete más caro: se trata de ajustar fibra, móvil y equipo a cómo teletrabajas de verdad, para que todo funcione cuando más lo necesitas. 

Una fibra de 300 Mb es un buen mínimo y, si tu día a día incluye videollamadas intensas o muchas subidas, dar el salto a 600 Mb–1 Gb con buena subida o simetría, sumado a datos móviles para tethering y un router WiFi 6, te permitirá trabajar con estabilidad, mantener a raya jitter y latencia y reducir al máximo los riesgos de interrupciones en tu jornada.