Conectividad sin barreras: el impulso del Ministerio y Adamo para cerrar la brecha digital en España
En una sociedad cada vez más digitalizada, la conectividad se ha convertido en un derecho básico. El acceso a internet de alta velocidad ya no es un lujo, sino una necesidad esencial para el desarrollo social, económico y educativo. Sin embargo, la realidad es que aún existen zonas en España donde la cobertura digital era, hasta hace poco, insuficiente o directamente inexistente.
Consciente de esta desigualdad, el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública ha puesto en marcha, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, una ambiciosa hoja de ruta para extender la conectividad de alta velocidad por todo el país. En este esfuerzo ha sido clave la participación de operadores comprometidos como Adamo, especializado en llevar fibra óptica a las zonas más rurales y de difícil acceso.
Los proyectos UNICO: un paso firme hacia la igualdad territorial
El programa UNICO (Universalización de Infraestructuras Digitales para la Cohesión) es el instrumento estrella del Gobierno para garantizar que la transformación digital llegue a todos. Dentro de este marco, se han desplegado distintos subprogramas entre los años 2022 y 2024, cada uno de ellos con objetivos complementarios pero con una meta común: reducir la brecha digital entre el mundo urbano y rural.
- UNICO Banda Ancha 2022 y 2023 centraron sus esfuerzos en conectar municipios de tamaño medio y pequeño, especialmente aquellos con nula o escasa cobertura.
- UNICO 2024, más reciente, continúa esa labor, reforzando redes donde la densidad de población y el aislamiento geográfico hacían inviable la inversión privada.
- UNICO 5G pone el foco en la conectividad móvil, llevando esta tecnología de última generación a zonas donde hasta ahora solo llegaban redes lentas o intermitentes.
En conjunto, estos programas suponen una inversión pública de cientos de millones de euros canalizados a través de convocatorias competitivas, en las que los operadores presentan propuestas para desplegar redes en territorios específicos.
Poblaciones que se conectan al futuro
Los datos hablan por sí solos. En el marco de ÚNICO 22, provincias como Ávila han visto cómo pequeñas localidades como Adanero, La Adrada o Albornos se incorporan al mapa digital nacional. En ÚNICO 23, se han beneficiado municipios de Asturias como Allande, Amieva o Belmonte de Miranda. El despliegue no se detiene ahí: ÚNICO 24 continúa sumando municipios de difícil acceso en el Principado, mientras que ÚNICO 5G ha supuesto un paso de gigante para la conectividad móvil en lugares como Badajoz, Ciudad Real o Granada.
Este despliegue no sólo proporciona acceso a internet: supone nuevas oportunidades de empleo, mejora de los servicios públicos, impulso al teletrabajo y al turismo rural, así como herramientas para luchar contra la despoblación.
Adamo: conectividad con propósito
Dentro de esta revolución silenciosa, en Adamo Telecom hemos sido una de las empresas que más protagonismo ha adquirido. Gracias a nuestra especialización en entornos rurales, hemos logrado adjudicarnos numerosos proyectos dentro del programa ÚNICO, liderando despliegues en algunas de las zonas más complejas desde el punto de vista logístico y técnico.
¿Que combina nuestro modelo? El modelo de Adamo combina eficiencia tecnológica con una filosofía inclusiva: no dejar a nadie atrás. La red de fibra óptica ya supera los 2 millones de hogares en zonas tradicionalmente olvidadas por los grandes operadores, permitiendo que familias, emprendedores, trabajadores autónomos y administraciones locales puedan operar en igualdad de condiciones que en los núcleos urbanos.
Gracias a esta colaboración, miles de personas que hasta hace poco sufrían conexiones lentas o nulas ahora disfrutan de internet a velocidades superiores a los 1.000 Mbps.
Un país más cohesionado y competitivo
La transformación digital no puede quedarse en los polos económicos. Para que sea real, debe permear todo el territorio. Esta es la visión que está haciendo realidad el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública junto con operadores comprometidos como es nuestro caso.
Los beneficios de esta conectividad universal son múltiples:
- Mejora el acceso a servicios sanitarios a través de la telemedicina.
- Facilita el aprendizaje digital desde cualquier lugar.
- Da soporte al emprendimiento local y la digitalización de pequeñas empresas.
- Contribuye a atraer población joven a zonas en riesgo de despoblación.
- Fortalece la capacidad de respuesta ante emergencias y servicios esenciales.
En definitiva, si hay un operador que ha demostrado tener no solo capacidad técnica, sino también visión de futuro y compromiso social, ese es Adamo.
Allí donde otros ven dificultades, Adamo ve oportunidades para transformar vidas. Su apuesta por las zonas rurales no es solo un modelo de negocio, sino una declaración de intenciones: cualquier persona, viva donde viva, merece acceso a una conectividad de calidad.
Gracias a Adamo, miles de pueblos han pasado del olvido digital a formar parte del presente y del futuro de la sociedad conectada. Y eso no solo es bueno para esos territorios: es bueno para toda España.
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